Si quieres ser un gran líder en Venta Directa debes de preguntarte las siguientes preguntas:

1. ¿Todos podemos ser líderes?
2. ¿Cómo podríamos serlo?
3. ¿Cuál es tu propósito como líder?
4. ¿Un líder delega su responsabilidad?
5. ¿Cuáles son tus principales retos como líder?
6. ¿Sirves y lideras a la vez?

Según afirman los expertos, todos tenemos el potencial de ser líderes a un determinado nivel y tenemos la capacidad de mejorar nuestras competencias para ello.

Si nos encontramos en un entorno donde existen aspectos tales como por ejemplo:

 que existan otros por delante de mí
 que me enfrente a retos constantemente
 que me obligue a centrarme en avanzar
 que me encuentre con frecuencia fuera de mi área de confort
 que me sienta estimulado
 que no conciba los errores como mis enemigos

Entonces, nos estamos desarrollando dentro de un ambiente adecuado que facilita el aprendizaje hacia el liderazgo. Uno de los factores que más ayudan al desarrollo del liderazgo es estar junto a otras personas que lideran. Y esto sucede a menudo en Venta Directa.

La formación tiene intrínseca un componente muy poderoso de influencia, luego, debemos capacitarnos para adquirir las competencias necesarias para ser buenos líderes.

La influencia conlleva una enorme responsabilidad, y si invitamos a otras personas en las cuales influimos, debemos tener en cuenta qué tipo de bienestar o beneficio ejercemos sobre esas personas en las que influimos o, podríamos decir, lideramos, añadiendo valor en positivo.

Cualquier persona que ejerce una influencia sobre otros, debe escuchar sus historias y comprenderlas. Empatizar y trasmitirles que deseamos añadir valor a sus vidas. Los buenos líderes se centran en las necesidades y deseos de los demás. Esta es su prioridad.

Si queremos ayudar a los demás, debemos creer en ellos y no cuestionar o juzgar sus carencias, diseñar y trasmitir planes conjuntos en los que encajen tu visión y la de ellos.

Delegar no significa descargar en los demás. No se considerarían entonces las fortalezas que cada persona puede aportar. Un buen líder siempre tiene en cuenta esas fortalezas además de sus debilidades. Concede autoridad para que se pueda actuar con independencia en la toma de decisiones. Pero no olvida que la responsabilidad es de él.
El mayor reto del líder es tomar decisiones. ¡Lógicamente! Afecta a otras personas.

El servicio a los demás es una actitud. Si valoramos a los demás, queremos añadirles valor y servirles. Los líderes son los primeros que asumen su servicio. En Venta Directa un líder sirve. Ven su rol como uno de servicio, facilitador, aportador de valor, fomentador de triunfos.

Esto es trabajar en Venta Directa. ¿Lo sabías?

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Laura Gil
FC Formación y Consultoría para la Venta Directa