A lo largo de mi trayectoria en la industria de Venta Directa, he tenido la suerte de conocer a muchos Líderes, algunos porque les ha caído el título y a otros muchos más, porque sin saberlo ellos de sí mismos, lo son. Lo cierto es que el camino del liderazgo a desarrollar en cualquier empresa de Venta Directa con un buen plan comercial es un proceso natural de evolución que se da en los talentos comerciales que se desarrollan en esta industria.

¿Por qué se da este fenómeno en Venta Directa más que en otros entornos?

Para poder llegar a tener un desarrollo profesional del que vivir en este sector, no es necesario partir de un gran conocimiento o de una larga o intensa experiencia, sólo depende de tu manera de ser, de tu actitud frente al resto.

La mayor afluencia de perfiles que se sienten atraídos hacia el desarrollo en Venta Directa, suelen tener una necesidad de querer contribuir o ayudar a otras personas a mejorar en algún sentido. Por lo general han decidido en un principio, inscribirse o afiliarse a una compañía por la satisfacción que le produce en sí mismo el producto que distribuye esa compañía. De ahí le lleva a ofrecerlo con su mejor intención.

A medida que va creciendo y atrayendo a otros hacia su actividad, la necesidad de seguir contribuyendo le lleva a centrarse en ayudar y servir a los demás para que crezcan y se desarrollen como él. Es un trabajo muy gratificante, porque logra sacar lo mejor de cada persona para que además de “saber” hacer las cosas, “quieran” hacerlas poniendo sus mejores esfuerzos. ¿Cómo llamarían a esto los expertos en Liderazgo? ¡Blanco y en botella!

Si crece haciendo redes, su papel es el de influir, inspirar, transmitir, motivar y formar. Y para ello su manera de ser viene marcada por unos valores por los que le seguirán y serán referentes.

Un líder en Venta Directa pone cariño a lo que hace de la misma manera que admira la actitud de los miembros de su equipo. Valora y reconoce las ganas, la pasión, la alegría, el esfuerzo para querer hacer la cosas lo mejor que se puede.

Un requisito básico para que el equipo trabaje bien es que se entusiasmen con su actividad sin entorpecer sus proyectos personales. En Venta Directa se generan y promueven entornos laborables conciliados y equilibrados con la vida personal de cada uno. El Líder de Venta Directa es el primero en hacerlo con su propio proyecto, luego, asume la conciliación en su equipo como primer orden.

Por supuesto que el Líder de Venta Directa sonríe, su trato siempre es agradable. Hay un proverbio chino que dice; “el hombre cuya cara no sonríe, no debería abrir una tienda”.

Finalmente, hace sentir importante a los demás, confía en las personas que como ellas quieren crecer, las involucran, pregunta, etc., es algo normal en el desarrollo de los equipos de trabajo que se desarrollan en Venta Directa. Y el Líder procede a actuar así de una manera natural, sin haber hecho un master especializado con un certificado que avale su “saber hacer”. ¡Blanco y en botella!

 

Laura Gil
FC Formación y Consultoría para la Venta Directa

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