Sabemos y somos conocedores de que a través de la formación se pone en marcha un proceso de cambio en las personas en las que intervienen varias partes. Cada una de estas partes tiene una responsabilidad sobre un mismo objetivo a conseguir o hacia donde deben de llegar. Estos objetivos se deben plantear desde los diferentes puntos de vista:

1.- Del que la recibe
2.- Del que la imparte
3.- Del que la gestiona

Por ello también sería necesario, y especialmente en las formaciones que se imparten en Venta Directa, que todas las partes acordaran cual es el factor común a conseguir con dicha formación para mirar hacia la misma dirección y para terminar concretando una formación de calidad, entendiendo como tal, aquella que cubre las necesidades del que la recibe.

En Venta Directa, el esfuerzo en formar atendiendo a las necesidades del alumno, se centra en mejorar sus competencias, para que a través de la obtención de conocimientos y el proceso de cambio que mejora sus habilidades, pueda aplicarlo cotidianamente mejorando así sus resultados.

Para que la formación cumpla con su objetivo, debe estar basada en el esfuerzo de TODAS las PARTES IMPLICADAS.

Sin la formación continua en Venta Directa que ayude a procesar los cambios, se decae, nos anclamos en el pasado. Afortunadamente, las personas que se desarrollan en Venta Directa no son sujetos pasivos, precisan compartir sus conocimientos con el resto para crecer por lo que la participación en la formación es algo con lo que se cuenta. Pero, ¿por qué a veces se produce un estancamiento en su desarrollo? La formación juega un papel clave en dicho proceso. Si la persona que se desarrolla en Venta Directa o Multinivel no está abierta a seguir aprendiendo, a seguir adaptándose a los cambios del mercado, difícilmente seguirá creciendo y ganando más.

Las ganas de aprender, de seguir creando y de ser productivos, está implícito en las personas que crecen en Venta Directa. Dejar que estas personas se desarrollen bajo sus propios recursos a modo de “autodidactas” es un error que repercute directamente sobre los resultados de las Compañías de Venta Directa y Multinivel. La Formación requiere inversión, sí, pero, acorta el tiempo del resultado.

Las clases deben ser dinámicas, los alumnos participar activamente, idear un plan de acción a corto plazo que se ponga en marcha inmediatamente para llegar a asimilar los conocimientos, habilidades y actitudes requeridas en la actividad que desarrollan diariamente. Sólo así se terminan procesando los cambios.

Los comportamientos que no construyen hay que cambiarlos. El aprendizaje es la palanca de cambio de esos comportamientos para pasar a mejorarlos. Y la mayoría de las personas que crecen en Venta Directa y Multinivel, son personas que tienen predisposición dado que directamente les repercute en su rendimiento y en sus ganancias.