Son muchas las personas que tras iniciarse en el desarrollo de una actividad dentro de una empresa de Venta Directa se preguntan si están desarrollando su carrera comercial con el plan que más le beneficia o el plan más competitivo.   Esto suele pasar tras pasado un tiempo creando una red de personas medianamente sostenible y empezar a disfrutar de unas ganancias, y sobre todo, cuando empiezan a encontrarse otras personas poniendo freno a su actividad ofertando un mejor beneficio.  Ese es el momento que todo profesional en Red se pregunta si está desarrollándose con el mejor sistema de compensación o remuneración y si existe otro en el que sus ganancias, bajo el mismo esfuerzo, pudieran ser mayores.

Es verdad que en cada empresa, se practica un plan de comisión diferente. Es verdad que en algunas, se puede ganar más en el inicio de la carrera y otras, al final. Es verdad que hay empresas que el porcentaje del margen de negocio aplicado a la comercialización es mayor que en otras. Todo esto es verdad.

¿Cuál es mejor? ¿Aquel que invierte mayor porcentaje entre los que se inician y de esta manera empujan hacia la sostenibilidad del sponsor o patrocinador? ¿O quizá el que invierte en el que realmente dedica mayor tiempo y esfuerzo en motivar, orientar, gestionar o formar a otros? ¿Es realmente mejor sistema el primero que el segundo?

Yo diría que todos son buenos.

Durante mi experiencia en este sector de la Venta Directa, he tenido la oportunidad de preguntar a muchas personas sobre cuál fue el motivo que les empujó a iniciarse en esta actividad.  La contestación más común siempre ha sido “el producto” que se fabrica. También hay un porcentaje de personas que responden “el sistema”, aunque éste suele ser más pequeño.

Si entendemos que ambos dos son atractivos que permiten que te embarques en una rutina de actividad que te permite TRASMITIR sin sentir resistencia, dejarte fluir entre algo que te agrada o te estimula, y a su vez, producir un retorno en beneficio, me atrevería a confirmar que se convierte en algo grande.

No obstante, las preguntas siguen ahí y hay que contestarlas y me animo hacerlo con otras preguntas que te ayudarán a responder mucho más acertadamente que si te escribo mis propias respuestas:

 ¿Qué tipo de profesional eres o te gustaría ser, arriesgado, positivo, pasional?

 ¿Qué necesidades reales quieres cubrir con las ganancias que obtengas?

¿Quieres disponer de tu tiempo y organizar cuando puedes aumentar tus ingresos, sin grandes presiones?

 ¿Necesitas creer en lo que haces para convertirte en un buen profesional durante tu desarrollo comercial?

 ¿Quién eres, un comercial o un vendedor?

Este es mi gran consejo: Analiza qué necesitas y así te será más fácil encontrar qué sistema puede ser el más acertado.

Laura Gil
FC Formación y Consultoría para la Venta Directa

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